
Prófuga de su inmunda alcantarilla
se ha venido a entrometer en estos versos
donde el aire es transparente y el sol brilla
y no se admiten roedores perversos.
-No es su pelaje como el nuestro, terso;
Crueles murmuran el conejo y la ardilla.
¿Cómo este bicho a la virtud adverso
ha venido a parar a nuestra villa?
No hay que buscarle a gato cinco patas;
si se ha colado en la fábula una rata
seguro hay una cloaca.
Moraleja:
¿Cómo culpar a la rata de su vicio
y eximir a la ardilla y al conejo
que dejaron tras de sí el desperdicio
donde la rata enmugreció su pellejo?
Así, si un árbol da un fruto enjuto y seco
es que otro acaparó el beneficio
Y… ¿no es el fruto de la raíz reflejo?
¿No merece acaso ésta el mismo juicio?