jueves, 20 de diciembre de 2007

Fecundación restringida


La palabra inmortalizada al pensamiento
aunque sacrifique su alma en el intento.


Es mi cabeza el intrincado vientre

donde la vida intenta abrirse paso.

Es la palabra un evasivo vaso

¿Es dichosa la idea que en él entre?


Alto es el precio si es alto el ideal

y una brillante idea se conforma

con darse a conocer bajo la forma,

aunque su brillo no traspase el cristal.


Pobres, sí, las semillas desahuciadas

que nadan en el caos del intelecto

aguardando de la musa el prodigio.


Se perderán en el sepulcro, ignoradas,

junto al vientre del que fueron proyecto,

si dar su brillo no dejar vestigio.