jueves, 20 de diciembre de 2007

Mi verso no es mío


Ajeno en mi propio verso:
lo inspira el empíreo estro;
pertenece al universo.


Me ha bendecido el cielo con el don

de rimarle hermosas notas a la lira,

encargándome con ello la misión

de iluminar al alma que la admira.


Yo intento con mi arte abrir caminos

y también deleitar y hacer soñar,

mas dueña no soy yo de este destino,

ni es mío el fruto de mi arduo poetizar.


Y aunque es mi mano el humano instrumento

que escribe versos de métrica armonía

guiada por mi alado pensamiento.


Las ideas que rimo no son mías;

pues lo que al mundo le lega mi talento

es el verbo de Dios hecho poesía.